Por Claudio Diaz
Si alguna vez llegara a escribirse la “Enciclopedia del Periodismo Ilustrado”, en el casillero reservado a Morales, Víctor Hugo podría aparecer algo más o menos así… Uruguayo. Llegó desde Montevideo en 1981. En poco tiempo se ganó el corazón de los futboleros y de los… sojeros. Típico exponente de la escuela rioplatense progresista (progresó en su vida de manera espectacular; hoy es millonario) y de notable influencia en la vida cultural argentina, su talento como relator de fútbol sirvió para apuntalar el espíritu nacional y popular, aunque después se transformó en comunicador de confianza de la clase terrateniente rural y pasó a jugar en el campo liberal y antipopular.
Todo tiene su explicación. Radio Continental, el espacio en el que históricamente se desenvolvió Víctor Hugo, se convirtió en vocero oficial de las entidades que mediante el desabastecimiento y el corte de rutas trataron de obligar al Gobierno Nacional a cambiar el modelo económico.
Un bochorno, ¿no?
En otra ocasión, la misma movilera interrumpió a Bussi cuando dialogaba con Morales para decirle que quien esta vez lo llamaba por su celular era Alfredo De Angeli.
En lugar de reprender a su periodista por esa actitud descomedida, Víctor Hugo celebró que la notera hasta tuviera tiempo de trabajar como secretaria del dirigente rural.
El maestro del relato que (¿se acuerdan?) despotricaba contra Torneos y Competencias por monopolizar el negocio del fútbol, en estos tiempos nada dice sobre la monopolización de la información de grupos como Clarín o Prisa, que es el que paga su suculento sueldo en Radio Continental.
Y ya que estamos con el fútbol, el mismo relator que también tomaba el micrófono para denunciar los negocios de Mauricio Macri con TyC, archivó sus ásperos comentarios cuando en las elecciones porteñas de 2007 los españoles de Prisa decidieron jugar su partido a favor del hombre PRO.
Para poder limpiar su conciencia por la tarea que iba a tener que llevar a cabo, por aquellos días Víctor Hugo apeló a sus comprobadas dotes discursivas para explicar que aunque siempre había criticado duramente “al Macri presidente de Boca”, con el Macri candidato a Jefe de Gobierno iba a hacer borrón y cuenta nueva, “ya que no se puede juzgar a la gente por su pasado”.
A partir de allí, con bombos y platillos, la pareja Macri-Michetti pasó a ser la fórmula “oficial” de Radio Continental.
Quizá por tan buenos antecedentes, esta rara cruza de intelectual progre con ideología liberal acaba de ser elevado al panteón de la Academia Nacional de Periodismo, cueva mafiosa del establishment que si no fuera tan cínica e hipócrita debería llamarse Academia Liberal de Periodismo.
Los nombres de algunos de los socios de este grupo de poder antinacional y antiperonista hablan por sí solos. Entre sus miembros de número figuran Mariano Grondona, Magdalena Ruiz Guiñazú, Joaquín Morales Solá, Claudio Escribano, Nelson Castro, Ricardo Kirschbaum, José Ignacio López, Félix Luna, Osvaldo Granados… Es decir, el seleccionado del cipayaje argentino.
¡Qué golazo, Víctor Hugo!
Porque la Academia (y no estamos hablando de Racing) no es para cualquiera. Es más o menos como en la masonería…
Para superar la prueba de la blancura te sacan sangre.
Y sólo admiten a los que en sus venas llevan tinta azul… A esta altura uno se pregunta si Víctor Hugo no se sentirá un poco como José María Muñoz, el inolvidable chupamedias de América.
Sí, los que dicen que exageramos tienen algo de razón… Nunca escuchamos que el uruguayo le dedicara los goles a Videla y Martínez de Hoz, como hacía el gordo.
Pero creemos que sólo por una cuestión temporal; porque se arraigó en Buenos Aires cuando a la dictadura ya le marcaban tiempo de descuento.
Pero está visto que Víctor Hugo adora a los que no quieren jugar en equipo y te pinchan la pelota de tan individualistas y egoístas que son… ¿Acaso no alienta desde su tribuna a la Suciedad Rural (perdón, a la Sociedad Rural) y a la embajada norteamericana?
¿Acaso Víctor Hugo, con su amiga Magdalena (gorilísima) no agradecen todas las mañanas los mensajes de felicitación de esas viejas chotas de Palermo Chico o San Isidro, que llaman para contarles de su alegría por los buenos comentarios que hacen los dos a favor de los barones del campo.
¡Cómo nos cambia la vida!
Pensar que uno se deleitaba escuchando al Víctor Hugo que relataba las hazañas de tipos populares como Chicho Serna o el pibe Mascherano, patrones del mediocampo…
Y ahora le soba el lomo (el lomo de 80 pesos el kilo) a otros patrones, a otros ídolos de otro tipo de campo: los Miguens, los Biolcatti, el dúo dinámico de Chasman Buzzi y Chirolita De Angeli.
Hasta podríamos sugerirle a Víctor Hugo que modifique sus relatos. Y que en lugar de decir… “Pase de Riquelme, corre rápido Palacio…” diga: “Pase de Riquelme, corre DE PRISA Palacio…” .
Y si no podría probar con otra descripción. A partir de las estocadas de contragolpe de los muchachos ruralistas, en lugar del fantástico e inigualable “barrilete cósmico” quedaría mucho mejor decir… “Avanzan sobre el verde campo, atacan como aviones… Sí, sí… pibe bandera envenenado…”. (Y pedimos perdón por pretender ser graciosos con una realidad de espanto como es la de criaturas explotadas y sometidas por esos guachos hijos de soja…)
Imaginando un domingo de ravioles o de asado, o un domingo de migajas porque en muchas casas todavía no llega el plato de comida, lo que seguro no faltaría es el relato que Víctor Hugo nos trae desde alguna cancha.
Y que seguramente tendría ese final tan soñado por muchos, el máximo grito, la poesía del maestro que conjugaría en sus sílabas finales ese tan característico… “Ta, ta, ta, ta… So, so, so… Ja, ja, ja… Go, go, go… Gorila soy”.