miércoles, 18 de julio de 2012

TRABAJOS "ESPECIALES" DE UN DIRIGENTE SINDICAL MUY ESPECIAL


De izquierda a derecha: Gral. de Brigada ACDEL VILAS, Gral. de Brigada ANTONIO BUSSI y 
Gral. de Brigada LUCIANO MENÉNDEZ. ¡Qué delantera, muchachos!


Qué tal muchachos! ¡Cuántas novedades desde que el Comando Megafón no está frecuentando el barrio!

No les voy a contar los detalles de mi espiante para no darles la lata, pero los cumpas saben que el Comando Megafón anda siempre de caminante territorial.

Pero como la mula siempre vuelve al bebedero, en estos días en que la columna vertebral del Movimiento anda con problemas de escoliosis en algunos casos y en otros de deformación debido a las malas posturas, el Comando Megafón sintió la necesidad de conversar con sus cumpas.

La verdad es que observa que esa columna vertebral está hecha pelota y no sabe si tiene remedio, porque de dos no puede hacer ni uno. Como es natural hay todo tipo de problemas y ambiciones de todos los colores. Esto no sería nada, estamos acostumbrados a estas movidas. El problema son los que no tienen remedio pero ponen cara de nada y se hacen los giles. Ustedes saben...para qué hacer nombres.

Caminando y tratando de encontrar respuestas apareció un cumpa muy gomía que le batió una al Comando Megafón que le confirmó todas las versiones que escuchó pero que se resistía aceptar como verdaderas, a pesar de tener una prueba contundente que ya les va a mostrar. La historia que le contó el gomía es así, presten atención:


Corrían los tiempos en que los militares de la dictadura cívico-militar no solo se creían que eran los dueños de la patria, sino que ellos mismos “eran la patria”. La represión ya había hecho la mayor parte de su cosecha macabra: decenas de miles de cumpas exilados habían abandonado el país para salvar la vida y su libertad. Las cárceles estaban repletas de presos políticos y militantes sindicales; todos los días se cavaban nuevas tumbas para enterrar a los luchadores que caían en  enfrentamientos fraguados, y las abuelas y las madres ya hacía más de un año que estaban dando vueltas a la Plaza buscando a sus hijos, hijas y nietos apropiados, a miles de desaparecidos, la mayor parte de los cuales eran trabajadores.

Había en esa época un general al que tal vez se le pueda aplicar con justicia el título de “pionero del exterminio”. A él se le había encargado, todavía en tiempos del gobierno de Isabel, la dirección del “Operativo Independencia” en la provincia de Tucumán. Esta operación  militar estaba destinada a eliminar todos los “elementos subversivos” de la región, entre los que se incluían no solo los guerrilleros que estaban en el monte, sino, y principalmente, todos los militantes, allegados y simpatizantes de ese movimiento y todos los que se atrevieran a expresarse en contra de los atropellos.

Demás está decir que la mayor parte de esos “objetivos militares” eran trabajadores: cañeros de la zafra, obreros de los ingenios, empleados de todos los gremios y también los obreros ferroviarios de los talleres de Tafí del Valle y de toda la provincia. El general que condujo ese exterminio se llamaba Acdel Vilas.

Su metodología principal no consistía en subir al monte a combatir cuerpo a cuerpo a la guerrilla sino en secuestrar, torturar y asesinar a todos los que pudieran ser su apoyo en las ciudades y también a los que, sin serlo, representaban una amenaza para el estilo de vida “occidental y cristiano” que decían defender esos militares. Para realizar esa tarea era indispensable contar con un eficiente aparato de inteligencia, y el general Vilas tenía su gente. El objetivo: imponer el terror en la población.

Su "gente" eran los encargados de infiltrarse entre los trabajadores, identificar a los posibles opositores y denunciarlos para que después las fuerzas represivas procedieran a detenerlos y, en la mayoría de los casos, hacerlos desaparecer. Toda esa actividad era acompañada por la prensa a través de periodistas que participaban de los operativos, entre ellos el conocido "pelado" de TN, en esa época con pelo, se lo puede ver en la foto debajo de la que muestra el bombardeo a una vivienda. La participación de los civiles está demostrada:
Civil de pelo largo: Joaquín Morales Solá
Sustituido por otro genocida, más cínico que él, como lo fue el general Antonio Domingo Bussi, el general Vilas buscó otras ocupaciones para sus “muchachos”.

En ese momento la mayoría de los sindicatos estaban intervenidos y algunos dirigentes sobrevivían formalmente al mando de sus organizaciones, pero estrictamente controlados. Uno de los dirigentes que sobrevivió a la “limpieza” efectuada por los militares fue el Secretario General de la UOCRA, Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, Alejo Farías. Pero tal era el grado de vaciamiento que había sufrido el movimiento obrero que Farías no disponía en su gremio del personal mínimo como para realizar las tareas administrativas que le permitieran funcionar. Esa fue la inquietud que le planteo en un momento al oficial encargado de controlarlo, quien le prometió que pronto le daría una respuesta.

Gerardo Martínez




Días después, el militar lo convocó a Farías a su despacho y le anunció que ya le habían designado a un empleado para cumplir esas funciones. “Pero este hombre además va a hacer otro trabajo”, le dijo, “Y no se olvide que este hombre viene recomendado por el general Vilas; viene de hacer el mismo trabajo para él en el sindicato de ferroviarios”. Ese hombre que hacía los trabajos especiales para Acdel Vilas era Gerardo Martínez, cuyo nombre y  número de documento figuran en la nómina de los agentes de inteligencia del proceso. Así fue como ingresó al sindicato de la construcción quien hoy es su secretario general a nivel nacional. Hasta ahora no se sabía bien que tareas había cumplido, pero la información aportada hace unos años por Alejo Farías a un confidente sirve para tener una pista.


Entre los ferroviarios, al parecer, Gerardo Martínez hizo un “muy buen trabajo” para el general Vilas, por son ciento once los obreros del riel que figuran entre los miles de desaparecidos del movimiento obrero. Queda ahora por averiguar trabajadores de la construcción fueron detenidos y cuantos aún continúan desaparecidos por los “trabajos especiales” que hacía para el general Vilas.


Muchachos, estamos perdidos si sujetos como ese siguen trepando haciéndose el boludo. No estamos bien, los Gordos son neoliberales cómplices de la destrucción del estado, otro mandó a votar a Mugricio Macri, el amigo del Padrino de Lomas es mejor perderlo que encontrarlo,  otros no respetan las enseñanzas del General sobre la conducción y para peor andan de amigos con el Momo, traidor si los hay.  El pescado del que me contó el gomía trabajó de buchón para los genocidas apuntando a los compañeros, a este tipo hay que rajarlo rápido, tuvo mucha amnistía hasta ahora y los compañeros parece que sufren de amnesia. Pero como nos enseñó el General la única verdad es la realidad...

El Comando Megafón espera que los muchachos, los mejores, los honestos, los que no se acomodan para el lado que calienta el sol, arreglen los tantos, porque con una CGT dividida estamos sonados. Chau muchachos, ¡Viva Perón Carajo!
SOBRE LA SANGRE DE LOS TRAIDORES CONSTRUIREMOS 
LA PATRIA DE LOS HUMILDES