Che, Cumpas, nosotros ya la sabemos. Cuando les sirve hablan de la inseguridad, de los guachos que andan sueltos, matan, roban, secuestran. Y si...a veces sucede. Pero ya es posta que la policía los usa para que salgan a robar, les da droga a cambio y cuando no sirven mas, los matan, o los mata el paco.
No solo la policía, los chorros mayores de edad los usan igual, porque a los guachitos los largan en seguida. Y en tonces la Vieja de los Almuerzos y sus amigos, empiezan con la cantinela de que a los delicuentes los largan enseguida.
Es una bruta la Vieja esa, no sabe nada, ni entiende nada, y el Comando Megafón piensa que sabe bien como es el estofado de la ley pero se hace la boluda. Como ven, el Comando anda con poca paciencia. Por eso les va a contar una historia, la historia de Camilo Blajaquis.
Che, Cumpas, me imagino que a ustedes les suena ese nombre: CAMILO BLAJAQUIS. ¿Se acuerda de la confitería La Real de Avellaneda? Y si no se acuerdan, jódanse y averiguen.
La cuestión es que el Comando lo conoció a Camilo en dos Institutos de Menores, esos que las bestias le llaman Reformatorios. Cuando lo vio por primera vez andaba rengo, había tenido un tiro en la pierna y la yuta no le dio pelota, lo curaron mal. Por suerte al final en el Instituto se ocuparon de él y le arreglaron la gamba en un hospital.
Pero esa primera vez y las que siguieron no habló con él. Juntaba información sobre qué hacía en la escuela. Le contaban que andaba bien, que era inteligente. Gabi le dijo al Comando que el pibe "tenía mucha cabeza para estar en un Instituto", porque siempre andaba castigado. Claro, ahí, no a todos, pero en general y hace por lo menos tres años atrás, les molestaban los pibes con iniciativas y que discutieran, y Camilo las tenía y les discutía.
Después, ya había cumplido los 18 lo mandaron a otro Instituto, donde están los mayores. Ahí el Comando Megafón volvió a verlo, a compartir con él algunas clases, le gustaba mucho leer, y mirar películas de las buenas en serio, que el profe Marcelu usaba para dar clases. Camilo estudió mucho, fue abanderado y consiguió su título de la escuela secundaria con especialización en Administración de Empresas.
Qué alegría, Camilo Blajaquis recibido!!! El Comando Megafón llevó para festejar en la fiesta de fin de curso -se recibieron algunos pibes más, además de Camilo- a unos pibes malabaristas, payasos y equilibristas "Los Trivenchi". Fue una fiesta impresionante!! Los pibes presos estaban con la boca abierta, felices, se reían, disfrutaban.
Camilo esperaba la libertad, estaba convencido que el Juez en poco tiempo se la daría. El Comando Megafón le regaló un CD en el que podía escuchar a Julio Cortázar leyendo sus propios cuentos. Era el mes de diciembre de 2008.
Cuando empezaban las clases en 2009, el Comando se enteró que a Camilo se lo habían llevado medio dopado, vestido con un pantaloncito, sin ninguna de sus cosas: ni ropa, ni libros, ni música, ni papeles, ni nada. Eso sucedió antes de fin de diciembre del 2008.
Al Comando le contó todo Nazarena, la mamá de Camilo: que se lo llevaron primero a la cárcel de Ezeiza y luego lo trasladaron a Marcos Paz. ¿Saben porqué? para sacárselo de encima. Porque Camilo como dijo Gabi "tenía mucha cabeza"...y eso jode a la guardia, era una molestia ahí. Y lo metieron en una cárcel de máxima seguridad. ¡Qué injusticia hacer eso con un pendejo! El Comando estaba furioso pero no podía hacer nada.
A mediados de 2009 lo sacaron de la gayola y lo mandaron a una residencia semi-abierta. Ahí César-Camilo Blajaquis recibió su diploma de la secundaria, que en Marcos Paz fue imposible entregarle. Abajo, Camilo Blajaquis con su título y los anteojos del Comando Megafón
Pasó 2009. El Comando se enteró por la mamá que Camilo tenía la libertad para el 14-01-2010 a las 12:00. Y ahora Camilo Blajaquis está en libertad, se comunicó hace dos semanas con el Comando Megafón y le dijo: " si, estoy libre como un pájaro".
Y ahora viene lo difícil para César-Camilo Blajaquis, usar la libertad que tanto esfuerzo le costó. Comenzar a hacer la vida de todo pibe. Encontrar un trabajo que le permita pagar sus gastos y su estudio y ayudar a su mamá. Va a estudiar Filosofía en la UBA. Y el Comando Megafón va a hacer todo lo que estén a su alcance para ayudarlo. Porque se lo merece, porque hizo mucho esfuerzo por ser cada día mejor, por encontrar su paz y porque es un flor de tipo.
Es muy buen escritor, el Comando los invita a entrar
por acá a su blog y leer sus poesía.
Y también los invita a conocer cómo piensa si escuchan el siguiente audio:
Cumpas, esta historia es para pensar que los pibes no son los responsables de las macanas que hacen. El Comando Megafón ve que es un problema de los grandes, no de los pibes. Que ningún pibe nace chorro, si los es, es porque lo hacen. Abramos el bocho, no es como dicen los Gorilas que subiendo las penas se arregla la "inseguridad".
¿Saben como se arregla? Haciéndonos responsables de lo que no queremos ver: que los pibes no son, somos nosotros. Y después salen los Cacerolos a pedir ¡AY, QUEREMOS SEGURIDAD...EL GOBIERNO NO HACE NADA! Al Comando Megafón le gustaría saber si alguno de esos mamarrachos lo va a ayudar a César a conseguir un laburo como la gente, un laburo en serio, no changuitas.
Chau Cumpas. Viva Perón, Carajo!