jueves, 5 de febrero de 2009

Al Comando Megafon le llegó el siguiente relato, proviene de Casa de la Memoria y Resistencia Jorge Nono Lizaso...

...pero como llegó sin autor Megafón lo publica así, y el Comando agradece a los compañeros.
Además es un momento oportuno para tener presente la alianza medios concentrados/agrogarcas. Ya están afilando los cuchillos mirando el horizonte
del mes de Oktubre.
Aguante Cristina!!!
LO QUE NOS ENSEÑAN A VER Y
LO QUE SE VE: BUZZI Y D´ELÍA
Hace poco comprobé el rotundo rechazo que genera Luis D´Elía en la clase media, aún en la más progre, esa que en estos días levanta su copa por los 50 años de la gesta cubana. Cualquiera puede hacer la prueba: nombre a D´Elia y se encontrará con un ceño fruncido y un gesto de asco. Inmediatamente y como quién no quiere la cosa mencione a Eduardo Buzzi, Alfredo De Angelis, la Federación Agraria o la Sociedad Rural y -en el peor de los casos- obtendrá unos hombros levantados, un ¨y a mí que¨ y cuando no una sonrisa aprobatoria.
Ciertamente no me sorprende, habida cuenta de la inmensa maquinaria de pensamiento que funciona desde los medios de comunicación y se instala en nuestras cabezas (que son cabezas de clase media, con acceso a esos medios, donde ¨la gente¨ somos nosotros y no la multitud de excluidos).
Tampoco puede llamarme la atención, dado que hasta hace poco yo mismo circulaba por esos caminos creyendo que elegía la ruta, cuando en realidad repetía en forma calcada el itinerario diseñado por el poder económico, a través de sus más modernos y efectivos portavoces: los medios masivos.
Sin embargo, no deja de causarme extrañeza y algo de dolor…
Con ayuda de algunas lecturas (en especial de Arturo Jauretche) sumado a algo que con timidez me animo a llamar ¨sentido común¨, es decir la impresión más objetiva posible del hecho real, el velo se corrió lo necesario como para entrever que mi cerebro estaba colonizado, pensando para otros.
Decía que el pensamiento colectivo de la clase media se resume así: ¨D`Elía es un violento, peligroso y bruto pagado por los K¨, y concomitantemente ¨Buzzi es un dirigente piola y dialoguista que quiere lo mejor para todos¨.
Como anillo al dedo a estos pensamientos vino una nota reciente de críticadigital (o La Nación en colores, como la bautizaron algunos de sus lectores), donde Buzzi alerta (o amenaza) sobre la "posibilidad de muertos en los próximos cortes", y D`Elía contesta que "no habría nada más deseado por ellos mismos". No es más que otra profecía autocumplida: pasará esto dicen, para que tal cosa, por más lejana que esté, finalmente termine ocurriendo. Sin embargo, la misma nota se enfocaba a ridiculizar al "verborrágico piquetero oficial" y al mismo tiempo a ser indulgente con Buzzi (1).
Y aquí es donde hay que empezar a desanudar la galleta que nos tejen día a día en la cocuzza. ¿D`Elía es ese personaje "violento" porque nos señala que los que efectivamente cortaron las rutas durante 4 meses armados, impidiendo que circulen alimentos para las grandes ciudades (generando inflación y dejando a miles de argentinos más pobres aún), ambulancias con moribundos (que terminaron muriendo tal el deseo del "amigazo"), insumos para la industria (con sus consecuentes suspensiones para los trabajadores) y particulares (muchos de los cuales serían turistas en la República de Gualeguaychú) son los dialoguistas campestres? ¿D`Elía es un tipo comprado por los K porque defiende un modelo de país que es el mismo que defendió toda su vida? ¿Y Buzzi es ese dirigente "que quiere lo mejor para todos" cuando en realidad es el representante de un sector económico concreto, con intereses tradicionalmente reaccionarios?
Que quede bien claro: Buzzi es el dirigente de los dueños de la tierra, pero ojo, de los "pequeños" (que sólo tienen hasta 200 hectáreas, lo que equivale a la bicoca de un capital de entre 2-4 millones de dólares) y "productores" que en su mayoría viven, sin trabajar ese montoncito de suelo argentino, con rentas de entre 5.000-10.000 dólares por mes (2).
Esta gente ha absorbido una a una las pautas culturales de sus hermanos mayores (o sus primos ricos, como prefieran) la Sociedad Rural Argentina, y con ello sus intereses económicos y políticos. Tal es así, que con la bendita 125 recibían la clamada segmentación (pagar menos que los primos), compensaciones por flete (para los desgraciados que no perteneciesen a la gloriosa pampa húmeda) y movilidad en la retención (¿o nos hicieron creer que la soja iba valer siempre 700 U$?). ¡Y me olvidaba! Porque esto era sólo para la soja, el maíz y trigo recibían incentivos.
Sin embargo, contra sus intereses y a favor de los grandes pulpos (¿o eran pools?) económicos, boicotearon la 125 prestándole el número de gente para cortar las rutas, porque claro está que el multimillonario de Grobo y todos sus empleados (alrededor de 5 en 250.000 ha , tal es el enorme valor agregado de la soja (3)) no pueden cortar ni un pasaje, para ello es necesaria la nutrida flota de 4x4 de los pobres ¨pequeños¨ y ¨productores¨.
Un día el ¨salvaje¨ D`Elía le pegó un cachetazo a un tipo que lo venía bardeando durante 2 cuadras. El tipo fue elevado a prócer argentino y desfilo por todos los programas de tele. Luego al mismo tipo se lo encontró vitoreando en su provincia a un torturador, y ningún medio lo invitó a que se explaye en su defensa a los genocidas (4). ¿Cuántas cuadras de puteo hubiera tolerado Buzzi el dialoguista que terminó a las trompadas una conferencia de prensa ante una pregunta de un joven periodista que le resultó incómoda? (5) Es lógico, cómo podía ser que alguien con micrófono en mano no se le ocurriese más que servirle de secretario como hacían los movileros de radio continental.
Resulta increíble, pero nos han hecho creer que si un tipo denuncia que el estado de Israel y su aliado yanqui realizan un exterminio étnico (ahora le toca a la Franja de Gaza) es un nazi. Mientras que si otros se ríen de haber hambreado ciudades (¨no desabastecimos, ni lo volveríamos a hacer, je je¨ amigazo dixit) y quieren que el kilo de carne se pagué como en Londres (pero claro está que pagando a los peones jornales en negro y como en África) para que comamos proteínas de soja transgénica, estos son tipos simpáticos, piolas y pacíficos.
Entre las mentiras que nos contaron recientemente (zonceras al decir de Jauretche) venía una muy linda: ¨el campo somos todos¨, ¨sí le va mal al campo nos jodemos todos¨. Resultaba que las 1000 familias dueñas del 80% de la argentina éramos todos, y el estado (el cual efectivamente somos todos) era sólo el matrimonio K y sus acólitos. Sucede que a menudo nos hacen confundir el país con la clase (la oligarquía) que durante 200 años manejo, en convivencia con el imperialismo extranjero, a su antojo nuestros destinos (a salvedad de algunos lapsus democráticos y populares). Semejante deformación sólo puede ser entendida por un gigantesco y sistemático operativo de publicidad.
Otra mentirita hecha a medida del cipayage de izquierda era que ¨debido a las transformaciones sociales del país, la oligarquía ya no existía más como clase dominante y que había sido reemplazada por una pequeña burguesía representada por la FAA ¨. Lejos entonces debía quedar la solicitada aparecida en todos los diarios, donde la SRA aplaudía hasta la emoción la limpieza ideológica y el entreguismo absoluto al capital financiero foráneo, aparecida el 26 de Marzo de 1977 (a un año del golpe, no aplaudían por un presentimiento, como todo el arco político que así pudo jugar después al arrepentimiento, aplaudían con pura convicción) (6).
Pero como explicarle por ejemplo a Pino Solanas, Vilma Ripoll o Castells que al lado suyo el Sr. Roulet de la mesa de desenlace cantaba mieles a la última dictadura, o que Dangeli pregonaba volver a ser el granero del mundo, y que hasta el mismo Biolcatti nos aclaraba que estos no eran piquetes de negros, sino de gente bien (bien blanca). Para terminar de aclarar el tema del color de los piquetes, solidarios la gente de FAA salió a pintar bustos de Evita de Negro. Como era de esperar, al igual que con las antiguas pintadas de ¨¡Viva el cáncer!¨, ningún medio ni político de los partidos ¨cívicos y democráticos¨ se sintió afectado, ni creyó oportuno condenar tales brutalidades (7).
Los barrios bien de la Capital caceroleaban para otros. Los medios que se nos vendieron como ¨el periodismo independiente¨ (tal es el logo de TN) en realidad dependen, como cualquier otra cosa, de la condición material que los realiza, es decir de los grupos económicos a quienes responden. Estos medios nos dibujaron (y dibujan) un D`Elía sacado, que llamando a defender al gobierno votado por mayoría hacía meses, era en realidad un violento peligrosísimo que hacía peligrar la paz social. Espontáneamente (a través de mensajes de texto y mails) las avenidas paquetas se poblaron de copetudas señoras con su empleada y su cacerola correspondiente, no sea cosa de arruinarse una uña.
El cuentito que nos contaron fue que D`Elia era el violento y salvaje, lo civilizado y dialoguista era, como reconoció Buzzi luego, desgastar al gobierno hasta voltearlo. Paradójicamente un tipo, votado por unos cientos, tenía mayor embestidura en los medios que una que había sido votada por millones, al punto que ese puñadito de rentistas era merecedor de la mitad de la pantalla televisiva en cada discurso presidencial.
Cuando el negro de D`Elía le decía al blanco de Fernando Peña que odiaba a los blancos por condenar a la pobreza a los negros, todos los blanquitos de la clase media veían (¡y veíamos!) el inminente terror de que por fin los oprimidos se apiolen, y hagan temblar nuestros privilegios y los de la oligarquía. Por todo esto, será que cuando nombro a D`Elía: me hacen gesto de asco y ceño fruncido.
2) ¨Los propietarios ya no son productores¨ de Eric Calcagno en http://argentina.indymedia.org/news/2008/05/604068.ph