El de anoche, como dijo Gonzalo, fue un final a toda orquesta. ¡Cómo laburaron los cumpas del Senado! En el plenario de comisiones el Comando Megafón miraba los movimientos rápidos y escuchaba atentamente. Se veía venir el pasito adelante. En algún momento al Comando le pareció que Jenefes se iba a mandar la Gran Cobos, pero respiró aliviado cuando el Senador dijo que firmaba y que si estaba allí era porque pertenecía al Frente para la Victoria...ufff...qué alivio! Hasta el pampeano Marín se lució con una frase breve y contundente que contribuyó a la distensión. Porque la oposición veía que la historia se le iba de las manos y no podía hacer nada. Pichetto dijo: tenemos los votos y votamos el dictamen: cortito y al pie.
Conclusión: que hoy viernes se vota y Pichetto dijo que "estamos dispuestos a escuchar mañana (por hoy) a los que fueron invitados" - Clarín y Mariotto- y dirigiéndose a los opositores agregó: "si no quieren venir no vengan, vamos a emitir dictamen mañana"."Quieren dilatar el tratamiento y que cambiemos de opinión.Nosotros estamos comprometidos con este gobierno y vamos a acompañar a este gobierno", sentenció.
Pichetto un malo a toda orquesta y los radicales siempre tocando la mandolina y lloriqueando porque los feos, sucios y malos impusimos la mayoría gubernamental. Despacito....despacito...despacito... el viernes 9 se vota en el recinto.
Miren acá lo que dijo el Jefe de los Malos:
Chau Cumpas, ¡Viva Perón Carajo!
1 comentario:
¡Viva Perón, carajo! compañero Megafón. Se viene una gran "jabonada cósmica", como diría don Cortázar. La Ley es nuestra herramienta de purificación. Hace un par de semanas dijo en una reunión de la Copla con sonrisa cachacienta un connotado compañero, expertísimo en materia de comunicaciones y asuntos legales: "Con esta Ley los peronistas estamos absolutamente ajustados a derecho, como nunca antes". Algo que viene a confirmar lo que todos ya saben: que los peronistas -genéticamente ligados a Maquiavelo- somos incorregibles, capaces de usar cualquier método, hasta los que están dentro de la Ley, con tal de conseguir nuestros objetivos aviesos y malintencionados, como tratar de reparar desigualdades que tienen mucho más que veinticinco años, ¡tienen toda la vida! La Ley de Medios (¡Chau Clarín!)al fin y al cabo no es otra cosa que un intento por repatriar la palabra, redistribuirla y garantizar que todos o la mayoría de los argentinos podamos ejercerla con libertad. Ahora sí, ¡tiemblen, gorilas! Tenemos la palabra. Abrazo y ¡Viva Perón!
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